
Aquí trabaja mi papá.

Así empaca los pedidos.

Por supuesto, enseña y regaña a sus
trabajadores. (Alguna vez
fui uno de ellos).

Puros
paqueticos. De eso vivimos todo la vida.

Los olores que me quedaban cada 8 días, eran: Tomate.

El hermoso, tal vez por eso me cae mal el sabor, de la cebolla.

O cuando me tocaba pelar la de "huevo". Un desastre.

Un balancín perfecto. "Para no robarle a la gente", dice el cucho.

Si necesita legumbre, llamelo.

Se ve hasta bonito, lleno de color, y ordenadito.

O pintoresco. La yuca!!
Ah, y a mi papá le dicen: "Pillo". Y es un bien.