Mi marranito del Nacional

Este es mi marrano del nacional. Esta casi lleno. Con puras monedas de 200 y 500 pesos. Es sin duda, la gran esperanza para un paseíto al final del año. Tal vez alcance para ir a dar una vuelta a oriente, o para sacar el pasaporte que no tengo.

Bloqueado

Cuando se bloquea el maldito Windows,

yo me descontrolo.

Mi ego

Mi champú en la ventana del baño.

Mi tunel

Este es mi túnel-pasillo. Comunica la cocina, donde pasa casi todo, con mi habitación (y también a la de mi hermano) donde no pasa casi nada.

Mani dulce

Una bolsa de maní crudo. Una olla. Un pedazo de panela. Un poquito de agua.

Y Póngale cuidado para que no se le queme. ¿El punto? Cuando la panela se haya derretido y cubierto el maní, ahí, baje la olla.

El bombillo de la cocina

Este es el bombillo que ilumina la comida, los libros, la cuenta de servicio sin pagar, la carne descongelándose, los platos que lavo, los gatos que duermen.

Mis frases de batalla

Esta son las frases que están encima de la pantalla de mi computador.

La primera, la escribí cuando me canse de pensar que no hacia nada.

La segunda, cuando me di cuenta que no me estaba dando cuenta.

Sin luz la mitad de la casa

Como siempre en mi casa pasa cosas misteriosas, peyes, absurdas, bobas. En mi casa pasa de todo menos algo bueno.

Esta semana llegamos cansados de trabajar, y mientras íbamos entrando nos íbamos enterando que no había luz: en el pasillo, en mi pieza, en la cocina.

Los bombillos estaban quemados, la nevera descongelándose, la parrilla donde se cocina tan fría como la noche.

Esa noche nos comimos algo afuera, en la calle. Pero al otro día teníamos que seguir viviendo.

La nevera casi en la mitad del corredor.

La olla arrocera en el piso de la oficina.

Los gatonos

Ello son los dueños de la casa, de los patios, de las sillas, de prácticamente todo.

Salome y Max. O, Max y Salome.